martes, 2 de octubre de 2012

04 Pekín 4


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Frase del día: Un día como hoy en Beijing es algo que escapa a nuestras escala de medida.

1-Octubre-2012



El día ha comenzado con calma. Solo pretendíamos dar una vuelta por la Ciudad Prohibida. Al llegar a las inmediaciones de la plaza de Tian'anmen nos hemos visto rodeados de una multitud, unos cientos de miles de personas tal vez. Era como si se estuvieran dispersando de una gran concentración. Hoy es 1 de Octubre, día nacional de la República Popular China. Si habitualmente hay mucha gente en el centro de Beijing, lo de hoy supera todo aquello que lleguéis a imaginar.

Como hemos podido, hemos entrado en la Ciudad Prohibida. Muchas de las personas que habían llegado a la capital para el día grande de la Nación, también han tenido la misma idea (no hemos estado solos precisamente). La Ciudad Prohibida también sobrepasa la medida de lo racional. Es difícil asimilar como un solo hombre acumuló tanto poder mientras que el resto de desgraciados no podían ni mirarle a la cara.

Dejandonos de monsergas, la Ciudad Prohibida es espectacular. La visita se limita a pasar de un "patio" a otro y admirar las construcciones desde fuera, pero es de esas cosas que se gravan en a memoria. Hay miles de estancias (se dice que 9999) que ahora forman parte de los museos, áreas cerradas, etc y que tampoco llegaras a ver. Todo eso no importa, es suficiente con dejarse impresionar por el entorno e imaginar los episodios de la historia que allí se han escrito.

A la salida hemos vuelto a coincidir con medio millón de chinos aproximadamente. Cerraban la puerta a las 5:30 y todos hemos apurado hasta el final. Nos hemos tenido que esperar una media hora para poder recuperar nuestro "espacio personal" (espacio que permite interactuar con las demás personas de manera cómoda y adecuada) y la respiración. El otro día experimentamos por primera vez un "empujador oficial" del metro, hoy solo empujones pero nada profesionales.

Ya en la plaza de Tian'anmen seguían con el enaltecimiento de la Nación. Un par de enorme pantallas (igual les sobraron del estadio olímpico) mostraban imágenes realmente bellas de las maravillas del país. La bandera China y gorras verdes con una estrella roja, como la que solía lucir Mao, estaban por todas partes. Era un ambiente festivo, haciendo nación. Reconozco que era una buena sensación la de sentirse chino por unos segundos.

Después hemos vuelto a la realidad y entrado en uno de los WCs públicos que han montado en una carpa para la ocasión. La palabra público es realmente acertada. En el caso de los hombres había dos zonas claramente separadas: un enorme carril metálico de unos 30 metros de longitud capaz de colectar simultáneamente orines de cientos de henchidas vejigas y una segunda parte consistente en una hilera de cubiculos metálicos de un metro de altura con unas puertecitas (a la altura de la cintura) que no cerraban bien.

Era simpático ver como el miembro del ejercito manipulaba su cinturón y se agachaba tras ese parapeto metálico mientras tú te afanabas en mantener el caudal del canalillo. Algo me dice que el tema WC va a tener algún momento más de gloria en este viaje.

2 comentarios:

  1. Hola. Ya sabeis que sigo vuestras entradas al detalle, pero es cierto que el interfaz de comentarios es bastante malo, y hace que de mas pereza escribir. Por ejemplo, esta entrada es la segunda vez que la escribo.
    Espero que nos esteis leyendo a los comentadores en ese modo lectura al que deciais podiais acceder.
    Para mi China nunca ha sido un destino de los deseados, no se por que pero no me resulta de los mas atractivos. Ahora bien, visto desde tus ojos es mucho mas interesante, y estoy deseando que publiques ya algun post donde interactueis con algun chino. Por ahora he visto que os limitais a observarlos en plan flora y fauna jeje
    Muchos besotes /1Ch

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  2. Me quedo con la experiencia del WC..!Quelogistica para tanta gente!
    Un beso y me encantan vuestras aventuras

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