jueves, 18 de octubre de 2012

17 Shangri-la: Yunnan o Tibet


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14-Octubre-2012


Es una pena tener que madrugar y no poder seguir disfrutando del mejor colchón que hemos tenido y que con total seguridad tengamos. Las camas duras son una constante en toda China, la ocasión merece el sacrificio. Gracias a la ubicación del hotel podemos llegar antes que nadie (atravesando unos campos) hasta el monasterio "Sumtseling".

Aún no son las ocho de la mañana y no hay ni un solo turista. Solo se ve algún monje que atraviesa la plaza. El conjunto del monasterios lo conforman ocho templos, cada uno de ellos independiente. Hace bastante frío y el cielo esta totalmente despejado. Los rayos de Sol de la mañana proyectan una luz perfecta, no importa que los templos hayan sido reconstruidos hace pocos años.

En el interior algunos monjes recitan mantras. En estos monasterios budistas cada objeto, cada detalle tiene su significado, no entendemos las pinturas de la pared, ni las estatuas, ni prácticamente nada. Sin acordarlo nos encontramos a nuestro guía, es una fanático de la fotografía y sabe que esa es la mejor hora. Pone su mejor intención en explicarnos algunas cosas, termina haciendonos un buen lío.

Un paseo por la parte antigua de Shangri-la permite sentir que estamos ya en una ciudad tibetana: la estructura de las calles, las estupas, las banderas de oración que cuelgan por cualquier parte. Es cierto que las construcciones han perdiendo su aspecto original y no hay casa que no sea un local comercial atestado de artículos chinos, pese a todo Shangri-la nos gusta.

El verdadero espíritu tibetano está a unos minutos en coche del centro de la ciudad. Es el tiempo necesario para llegar a un pueblo cercano. Antes vivían tradicionalmente de la agricultura y de una ganadería familiar, ahora muchos obtienen sus ingresos ejerciendo de guías o en actividades relacionadas con el turismo. Aunque los tiempos han cambiando, hay costumbres que perviven y es fácil verles trillar el cereal del que sacarán el aceite. Los niños salen a nuestro encuentro, ante la novedad de rostros occidentales, tal vez tan sorprendentes para ellos, como los suyos lo son para nosotros.

Las casas tibetanas tienen una estructura y decoración muy característica, totalmente diferentes a las chinas. Es fácil llegar a un acuerdo para que una familia te deje entrar echar una ojeada. Cada casa tiene una zona religiosa, a la que no se nos permite entrar, seguramente alberga símbolos que el gobierno chino no admitiría. En ningún templo hemos visto una foto del actual actual Dalai Lama porque está prohibido.

4 comentarios:

  1. Estás en el Tibet, aquí si te sobraste de lote, qué maravilla! que sigas disfrutando.

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  2. Ya sabeis q pienso q las religiones son cada una a su manera un vehiculo para acercarnos a un ser Superior q sin duda existe. ElTibet tiene q ser un lugar magico: rezad x mí.

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  3. @DIANAMARIA: Me alegra que al final hayas podido escribir un comentario. En realidad esta entrada corresponde a Shangri-la (Zhondiang) que esta en Yunnan, pero con población tibetana por la cercanía al Tíbet. En ese momento aún no habíamos pisado territorio tibetano propiamente dicho, pero si sigues las siguientes entradas lo descubrirás.

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  4. @barbarella: Como dices al final hay bastantes similitudes entre las religiones, sin embargo la idea de "Dios" no es tan clara en el budismo. He intentado buscar que decía Gautama y me he hecho un buen lío, a veces es mejor no indagar. Respecto lo de mágico: todos tenemos una imagen mas ideal del Tibet de lo que resulta, hay bastante miseria, suciedad, desorden, etc. Muchas cosas que no caben en una idea romántica. Si que es cierto que se respira religiosidad y devoción por todas partes: los monjes, los lamas, los peregrinos, en cada casa, en cada esquina. El 100% de los tibetanos lo es, no importa la edad o la clase social. Vamos a ver si ponemos de acuerdo a un buen montón de esta gente y te saturamos de energía positiva, !ya veras!.

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